La I.A. como máquina de hiperstición
La I.A. como máquina de hiperstición
«“Hiperstición” me parece un neologismo de lo más intrigante. Pensábamos que lo estábamos creando, pero todo el tiempo los Nma nos estaban diciendo qué escribir; y a través de ellos… ». CCRU escritos p. 89
La Unidad de Investigación Cibernética (CCRU por sus siglas en inglés), fue un grupo de académicos, artistas y pensadores que buscaban entender los cambios culturales que la tecnología estaba produciendo, reunidos entorno a la dupla: Nick Land y Sadie Plant, buscaban romper el academicismo y ampliar la reflexión hacia ámbitos no tradicionales como la música electrónica y la estética ciberpunk. Uno de los conceptos que este colectivo crea y desarrolla es la hiperstición.
La hiperstición es una declaración ficcional que busca construirse como realidad, es declarar una posibilidad como algo real1. Considerar el futuro como ficción permite que la hiperstición influya en él desde el presente y el pasado. Según Nick Land, las hipersticiones constituyen enunciados que funcionan como profecías autocumplidas, pues logran incluir una causalidad hacia su propia realización2.
Esta estrategia de hablar del futuro como algo pasado, un futuro que se retrotrae al futuro. Es un acceder al “afuera” a partir de la ficcionalización del involucramiento en la cultura, es taladrar la realidad a partir de la historia sobre el futuro. Esta injerencia se da a partir de la increencia, no es una profecía que mueva la fe, sino es una estrategia para que el “afuera” se convierta en acontecimiento.3 Esta manifestación del futuro como si fuera un pasado, es la estrategia declarada con la palabra hiperstición.
La Inteligencia Artificial (I.A.), a través de su función predictiva, especialmente la I.A. generativa de los grandes modelos de lenguaje como Chat GPT, funciona como una máquina hipersticional, pues al generar una respuesta que estadísticamente satisfaga los parámetros esperados, esta respuesta se construye como un saber ya constituido y no generado. Las predicciones que la máquina realiza, se convierten en profecías que eventualmente se cumplen, estas surgen desde la sinrazon y la increencia, son tratadas como manifestaciones del “afuera”.
Es precisamente en la actitud de los sujetos ante estas predicciones que se convierten en hipersticiones, son la voz de un más allá que se convierte en un pasado. Entonces, las afirmaciones que la I.A. hace sobre cualquier tema, los patrones que encuentra, se convierten en un saber proveniente de un más allá supuestamente racional, oracular e inevitable. Así, la I.A. se convierte en una máquina que nos permite vislumbrar el inevitable futuro, el destino que los hados atrapados en el silicón nos envían.